Sé que prometí escribirte a menudo, lo siento. El tiempo se encarga de inyectarme en vena la dosis diaria que mi cuerpo necesita para vivir, veneno que te agoniza, Existencia, y que me roba poco a poco un pedacito de alma, dolor solamente comparable con el que produce una espina de rosa que delicadamente desgarra la piel de una manera tan sublime que dolor y placer se confunden y nace un fascinante y estremecedor poema. Una vez argumentada mi excusa, te diré la verdad: si bien, mi inspiración solía visitarme "tiempo ha", cada vez sus visitas son más escasas y cuando lo hace me explica vagamente ideas borrosas de sensaciones casi inventadas, abstractas e inverosímiles. El motivo de esta carta es que a pesar de que tengas contadas noticias mías, pienso mucho en ti.
Tengo que confesarte que he estado estudiando la posibilidad de que mis mediocres posibilidades no desaparezcan, pero créeme que es inmensamente agotador, y no llego, ni tan solo, a la categoría amateur. Es verdaderamente frustrante.
En fin, me despido de ti, no sé si hasta pronto. Como siempre, esperaré pacientemente tu respuesta.
Atentamente:
Rosaureta
(el fantasma dels ulls blaus)
Tengo que confesarte que he estado estudiando la posibilidad de que mis mediocres posibilidades no desaparezcan, pero créeme que es inmensamente agotador, y no llego, ni tan solo, a la categoría amateur. Es verdaderamente frustrante.
En fin, me despido de ti, no sé si hasta pronto. Como siempre, esperaré pacientemente tu respuesta.
Atentamente:
Rosaureta
(el fantasma dels ulls blaus)