No sé qué pasará, no adivino el futuro, ni quiero. No sé qué sientes al mirarme, ni siquiera sé si sientes al hacerlo. Tampoco sé si soy una vía de escape a tu monotonía... a tu miedo...
¿Sabes? Me da absolutamente igual, porque me has provocado la sonrisa más tonta y más bonita que experimento en mucho tiempo. Ha pasado sin darnos cuenta, ¿verdad? Ni siquiera lo sabíamos... y ahora que lo sabemos, tengo miedo de perderte. Ya no quiero esa noche pendiente, y me he dado cuenta de que sin querer esperaba de ti todos los días, aunque tuvieras tu vida y yo la mía. Nuestro café. Nuestras conversaciones. Nuestros intercambios literarios. Compartíamos sin saberlo o sin querer saberlo. Me encontraba totalmente ajena de mis sentimientos, era lo ético. Somos amigos.
¿Y ahora? No lo sé... tú decides, porque yo no he vacilado ni un momento en decirte que sí, que voy a estar ahí... Porque me importas, y ahora mismo no hay nada que desee más que estar entre tus brazos... mirándote.
¿Sabes? Me da absolutamente igual, porque me has provocado la sonrisa más tonta y más bonita que experimento en mucho tiempo. Ha pasado sin darnos cuenta, ¿verdad? Ni siquiera lo sabíamos... y ahora que lo sabemos, tengo miedo de perderte. Ya no quiero esa noche pendiente, y me he dado cuenta de que sin querer esperaba de ti todos los días, aunque tuvieras tu vida y yo la mía. Nuestro café. Nuestras conversaciones. Nuestros intercambios literarios. Compartíamos sin saberlo o sin querer saberlo. Me encontraba totalmente ajena de mis sentimientos, era lo ético. Somos amigos.
¿Y ahora? No lo sé... tú decides, porque yo no he vacilado ni un momento en decirte que sí, que voy a estar ahí... Porque me importas, y ahora mismo no hay nada que desee más que estar entre tus brazos... mirándote.
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